La calle como museo!





Referente

Los museos albergan, conservan y exponen obras de arte con un gran valor cultural, histórico, científico, pero no todas las personas pueden acceder a ellos. Con frecuencia presentan barreras arquitectónicas que impiden que las personas con movilidad reducida puedan acceder. Estas barreras se justifican erróneamente con el valor patrimonial del edificio o conservación del aspecto original. Así mismo, en su interior existen barreras físicas y de comunicación que impiden a las personas con discapacidad acceder a las obras expuestas.

http://es.wikipedia.org/wiki/Museo

¿Qué tareas realizan de verdad los museos?

Más de lo imaginable ya que la sociedad ha encontrado en ellos a verdaderos agentes por los que canalizar numerosas iniciativas que no encuentran vía fértil en otros lugares. Así, los museos hacen de todo un poco: foro de debate y opinión, información, lugar de encuentro, promoción de las nuevas tecnologías, estímulo de cierto tejido empresarial, didáctica, apoyo a asociaciones científicas, diálogo entre manifestaciones culturales, archivo, educación y formación, mediación institucional, animación, divulgación, etc. En cualquier caso, lo que se está poniendo de manifiesto en la praxis de los museos científicos es su enorme vitalidad y la capacidad de movilizar recursos y esfuerzos en favor de la cultura científica.
El desarrollo tecnológico y la acumulación de conocimiento científico en todos los campos, y especialmente en las ciencias de la vida y la microelectrónica, han modificado para siempre la vida y las expectativas de los seres humanos. Esto, unido al efecto multiplicador de la convergencia de varias de las nuevas tecnologías (de la comunicación, energía, ingeniería genética, informática, etc.), hace que ya nada pueda ser igual en el mundo respecto a las sociedades pretéritas. En conclusión, si el factor más determinante de la sociedad contemporánea es la revolución científico-tecnológica en la que estamos inmersos, entonces, hacer bien visible esta realidad y facilitar la comprensión de la misma es una tarea no sólo de urgencia cultural y democrática, sino también realmente estratégica desde un punto de vista socioeconómico. Y en esa misión los museos de ciencia tienen mucho que hacer.
Como pone de manifiesto el «Informe» de la Rosselli Foundation, la influencia sociocultural de los museos en su entorno es creciente. Y es previsible que se incremente en el futuro por la combinación de tres fenómenos: el aumento del tiempo libre efectivo de la población, el aumento del nivel educativo general y el crecimiento de la actividad turística a escala mundial. Cada día más gente desea tener acceso a la cultura y las condiciones económicas, laborales y educativas lo hacen más viable. Este es un círculo virtuoso imparable.


“La calle de los grafos”, así nos respondieron más de cuatro personas a la que les preguntamos por el nombre de la calle que estábamos pisando, hasta que al hacerle èsta misma pregunta a un ajetreado hombre vendedor de papas fritas nos dio una respuesta certera y cargada de mucha información : …“ Ésta calle se llama BERRÍO, queda en Ayacucho con la carrera cuarenta y antes de hacer la “calle nueva” todo ese espacio lo ocupaba una casa entera que le pertenecía a una familia muy rica, creo que era de la familia Restrepo. Ésta calle fue hecha en el último año del alcalde Fajardo, a eso del 2008”
Al pensar en un escenario de ciudad, inmediatamente pensamos en éste lugar por la reestructuración y el cambio que tuvo en el pasar del tiempo, un cambio estancado, un cambio minúsculo al que su nueva cara no le alcanza a quitar, del todo, la mala fama.
Este lugar, nos indica el amable hombre, era el asentamiento de drogadictos y personas en condición de calle que se congregaban allí para consumir droga, lo que generaba en los transeúntes un sentimiento de angustia al tener que pasar por allí, porque algunos de ellos les robaban las pertenencias y los atacaban con tal de obtener dinero para seguir consumiendo.
Las luces, los bolardos, las calles adoquinadas y las señalizaciones le cambiaron la estética pero no ahuyentaron a los consumidores de droga, por lo que el sentimiento de aprehensión hacia éste lugar sigue estando vigente.

Algunos artistas, como el grafitero FCO! http://www.flickr.com/photos/freejolito/page3/ que ha inundado las paredes de Medellín con su colorido arte, tiene plasmado en una de las paredes un grafo digno de admirar, pero que se pierde en el afán.
Esta calle se ha convertido en un lienzo para verdaderos artistas que la ven como el escenario perfecto para dejar su “huella”.
Estas piezas gráficas no necesitan de un marco o caballete para ser obras de arte, por lo tanto dado a su inminente fuerza que nos obliga a mirarlo hemos decidido poner el concepto de: MUSEO TRANSEÚNTE.

ESCENARIO DE CIUDAD: Calle BERRÍO, Ayacucho - crr 40


TEMA: Arte Callejero

r

CONCEPTO: Museo Transeúnte.


PROYECTO: Éste espacio lo que requiere en una reestructuración pero en la mente caminante de los peatones y conductores para crear en éstos la capacidad de admirar y conservar, de recorrer y conocer, de seguir la cotidianidad aprendiendo y aprehendiendo mediante pasos una fulgurante vivencia.

Por medio del diseño visual crear experiencias únicas con exposiciones temporales, que duren máximo un día, de artistas locales o invitados de otros lugares, que conjugue y respete la movilidad, el interés, la contemplación, y la convivencia.

Éstas exposiciones serían difundidas por los medios de comunicación predominantes, por los museos, haciendo una conexión de éstos últimos con la calle misma, haciendo más “público” el arte, más personal, más adquirible, más permeable… haciendo que un museo no sea sólo ese frío y elitista lugar donde se posan obras que nadie ve, concluyendo que si la gente no va al museo, inteligentemente, el museo va a la gente.


0 comentarios:

Publicar un comentario