Medellín y San Salvador... Una cruenta realidad.



Por: Mercedes García. Abril, 2007.


Medellín es una ciudad totalmente rendida al culto al cuerpo y a una belleza estereotipada que se vuelve casi una obsesión para las y los miles de habitantes de la ciudad.
Perdura en nuestra ciudad el conservatismo cerrado que nos llena aùn de tabúes, pudores y nos envuelve en un miedo a Dios y a sus futuras represalias. Medellín es una ciudad de familas numerosas y tradicionalistas que van a misa y rezan el rosario, esas costumbres tan arraigadas y conservadoras no han muerto a pesar del pasar de los años.
Vivimos en una ciudad donde nuestra vida depende de la mirada del otro, el señalamiento y el miedo al rechazo es completamente latente.
Uno de los factores predominantes por los cuales los pandilleros de la ciudad no se tatúan el rostro es por el anonimato al delinquir. En el auge del narcotráfico, a los mediados de los 80´s y 90´s , èstos grupos al margen de la ley tenìan una guerra cazada con el gobierno nacional. Los narcotraficantes sembraban terror con los atentados con bombas, èsto era posible porque las personas que trabajaban para ellos pasaban inadvertidas en la sociedad, no habìa ningún carácter que los identificara como pandilleros o sicarios.
Medellín hace parte de las cientos de ciudades de la atrasada Sudamérica, abunda la pobreza y la ignorancia, las enfermedades de transmisión sexual, el tabaquismo, la drogadicción y el alcoholismo, pero tambien es importente resaltar las buenas obras que estàn haciendo de nuestra ciudad una ciudad con futuro, llena de esperanza para sus habitantes, con posibilidades para que los muchachos no vean la ùnica opciòn para salir adelante siendo sicarios y prostitutas.
En el Salvador la ignorancia es la predominante. No hay fuentes de empleo, es insuficiente el plan de educación y salud, la ùnica opciòn para la población joven ( que es el 50 % de la población total) es convertirse en parte de la MARA. Los factores se aglomeran y no hay màs opciones: se crece en un ambiente de pobreza, necesidad y hambre; la violencia intrafamiliar predomina en el 70% de las casas debido al eminente y vivo machismo, el futuro es tan negativo e incierto que el pensamiento negativo y pesimista es completamente inherente: ...“para què estudiar sino hay en què trabajar... No hay dinero, no hay comida, no hay felicidad, no hay vida”....

1 comentarios:

ciudad arte y cultura dijo...

Éste escrito lo hice para una materia anterior. Me pareció pertinente compartírselas para que veamos la angosta diferencia entre una ciudad como Medellín y San Salvador. Allá tienen sus maras salvatruchas que se ufanan con los insondables significados de sus ineludibles tatuajes y acá tenemos nuestros sicarios que se reconocen por el afán de obtener una veloz moto y el irreprimible deseo de comprarle una casa a sus madres.

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